El tiempo pasa, pero hay cosas que no se olvidan. Ni tampoco anuncios, pues hay proyectos que continúan siendo referentes de la publicidad española por su capacidad para emocionar, innovar y conectar con el momento social que les dio origen. En un 2025 marcado por la inteligencia artificial, los datos y la automatización del relato, Justino, Despertar y Hologramas por la libertad siguen siendo muestra de que la buena creatividad perdura en el tiempo.

‘Hologramas por la libertad’, de DDB para No Somos Delito

En abril de 2015, la plataforma No Somos Delito y la agencia DDB sorprendieron al mundo con Hologramas por la libertad, la primera manifestación holográfica de la historia, creada como respuesta a la Ley Mordaza que prohibía protestar frente al Congreso. Cientos de ciudadanos virtuales marcharon en forma de proyecciones 3D en una acción tan simbólica como técnicamente innovadora, que denunció la pérdida de libertades con una imagen poderosa y futurista. La campaña tuvo un enorme impacto mediático internacional y fue reconocida con múltiples premios, consolidando el papel de la creatividad publicitaria como herramienta de activismo social. El proyecto acumuló más de un centenar de premios.

‘Justino’, de Leo Burnett para Lotería de Navidad

En 2015, Lotería de Navidad conquistó a la audiencia con Justino, una entrañable pieza de animación creada por Leo Burnett que narraba la historia de un vigilante nocturno en una fábrica de maniquíes que, pese a trabajar en solitario, encontraba la forma de compartir la ilusión navideña con sus compañeros. Con una narrativa emocional y una ejecución cinematográfica que bien podría situarse al nivel de Pixar, la campaña no solo se convirtió en un fenómeno viral en España, sino que también triunfó en el plano internacional al ganar el Gran Premio en Cyber en Cannes Lions 2016 (el quinto de la historia de España).

‘Despertar’, de McCann para Campofrío

Con Despertar, Campofrío volvió a demostrar que su publicidad va más allá de vender embutidos: habla de identidad, memoria y resiliencia colectiva. Tras años de crisis económica, desafección política y tensiones sociales, la marca apostó por un mensaje íntimo y esperanzador: España empieza a dejar atrás los peores momentos. La película, protagonizada por Emma Suárez y Tristán Ulloa, mostraba a una mujer saliendo de un coma tras años de crisis como metáfora de un país que comenzaba a recuperar la esperanza. El spot recorría con ironía y ternura los cambios sociales, políticos y culturales de la España reciente, consolidando a Campofrío como una marca capaz de leer el estado de ánimo del país y traducirlo en publicidad con alma.