
El prestigioso fotógrafo y realizador Michel Malka, artesano inimitable y uno de los grandes profesionales de la historia de la publicidad española, falleció el pasado sábado 21 de marzo. Ricardo Pérez, otro profesional de destacada y reconocida trayectoria y que tuvo ocasión de trabajar con Malka cuando este daba sus primeros pasos en el sector, lo recuerda en este artículo.
Con la desaparición de Michel Malka se nos va una parte esencial de nuestra historia.
De la imagen, en sentido literal, de la publicidad.
Sin llegar a la comunión que luego estableció con Zamorano, yo también trabajé mucho con él en campañas más modestas.
Realizó muchos spots en una tarde, en el taller/plató de su invención, con cámara aérea de su propia creación y sin ningún ayudante, en contraste con la parafernalia de los rodajes cuando el presupuesto lo aguantaba todo.
Recuerdo uno que mostraba algunos de los cerebros tecnológicos que había aportado la humanidad, para incluir de paso el programador automático de Garza. Estoy hablando de una campaña hecha en Tandem (¡de ayer es la fecha!)
Humilde como él solo, no presumía de genio de la fotografía, decía que era un simple carpintero o electricista que montaba tinglados para rodar cosas inverosímiles.
Ni siquiera iba de francés, como otros nacidos en el norte de África. Decía que él era "un morito", contra toda corrección política.
He estado muy de acuerdo con sus declaraciones sobre la profesión, cuando se le ha preguntado, aunque era reacio a los medios.
Hace unos pocos años volví a coincidir con él en una reunión que montó Fala, de García Carrión, con ánimo de convencerle de que nos hiciera una de sus virguerías técnicas para el lanzamiento de un nuevo producto. No aceptó, ni siquiera echar un ojo a lo que pudiera hacer su hijo, que intentó con desigual fortuna seguir la trayectoria de su padre. Estaba muy retirado y, según su propia expresión, todo el día lo pasaba viendo -y juzgando- la tele.
Hace unos jueves, volví a recordar su humanidad y profesionalidad en la repetición de TVE del programa Ochéntame sobre publicidad que nos hicieron a los creativos de nuestra década dorada.
Michel Malka fue un auténtico mago, capaz de poner la técnica al servicio de la creatividad, sin alharacas, sin cadenas de mandos superfluas, sin tanta paja -con perdón- como se adorna esta profesión, donde tantos pretenden descubrir ese Mediterráneo que él cruzó para arrojar más luz -nunca mejor dicho- a la publicidad española, que dignificó con su genialidad.
Ricardo Pérez es presidente de Ricardo Pérez Asociados





