La palabra lore ha evolucionado significativamente en los últimos tiempos. Originalmente, se refería al conocimiento o tradición transmitida de generación en generación. Sin embargo, la Generación Z ha adoptado este término para describir las historias personales, a menudo dramáticas o significativas, que se comparten en las redes sociales. Este fenómeno ha transformado la manera en que los jóvenes se expresan y conectan en el mundo digital.

Del ‘lore’ tradicional al ‘lore’ digital
En su sentido clásico, lore abarcaba mitos, leyendas y conocimientos ancestrales. Hoy, para la Generación Z, se trata de narrar experiencias personales que definen su identidad y perspectiva. Estas historias, conocidas como lore drops, se difunden en plataformas como TikTok, donde los usuarios comparten relatos profundos: desde crisis amorosas hasta momentos de triunfo personal, presentándolos con plot twists, ‘drama’ y un toque de humor que garantiza el engagement.
Según The Wall Street Journal, “en tiempos recientes, el término lore ha evolucionado de su significado tradicional para convertirse en una valiosa forma de moneda en línea, impulsada principalmente por el deseo de los jóvenes de auto mitificarse y crear narrativas cautivadoras”.
La narrativa personal como herramienta de conexión
En lugar de simplemente relatar un hecho (“me dejó mi pareja”), la Generación Z transforma cada experiencia en un “lore drop” que se despliega en varios capítulos, ya sea en un hilo en Twitter o en una serie de TikTok. Este estilo narrativo permite que incluso los eventos más cotidianos se conviertan en historias épicas que resuenan con una audiencia que busca autenticidad y entretenimiento.
Este enfoque no solo fortalece la relación entre el creador y su comunidad, sino que también inyecta un aire de real talk a la conversación digital. La narrativa personal, salpicada de expresiones como “OMG”, “no way” o “supercringe”, crea un ambiente en el que cada experiencia se magnifica y se convierte en contenido viral.
Creadores de contenido: los nuevos narradores de la realidad
Las redes sociales se han convertido en el escenario ideal para los narradores modernos. Plataformas como TikTok, X y Reddit están llenas de historias que rivalizan en intensidad con las mejores series de Netflix.
Ejemplos destacados incluyen a Iker Caba, quien ha convertido la historia de Bilbao en un fenómeno viral, narrando anécdotas locales con el dramatismo de un thriller político. Su estilo, que mezcla humor y suspense, hace que hasta un paseo por el centro de la ciudad se sienta como un plot twist inesperado.
Asimismo, el dúo cómico Alpilpil utiliza el lore del día a día para hablar de crisis económicas y alquileres desorbitados, convirtiendo situaciones que en otro contexto serían “supercrudas” en sketches cargados de ironía y humor. En un mundo donde “si no puedes con la situación, ríete de ella”, estos creadores logran transformar la adversidad en contenido compartible.
Las marcas se suman al juego del ‘lore’
Las empresas no se quedan atrás. Conscientes del poder del storytelling auténtico, varias marcas han incorporado el lore en sus estrategias de marketing para conectar de manera genuina con la Generación Z.
Por ejemplo, Coca-Cola lanzó recientemente una campaña navideña hecha completamente con inteligencia artificial, lo que provocó debates acalorados sobre si era un despliegue de innovación o simplemente un red flag para el futuro de la publicidad.
En otro caso, Burger King en Austria decidió ofrecer únicamente el Whopper durante un día, como una jugada publicitaria para subrayar la importancia de la elección en una democracia. Esta estrategia, que muchos calificaron de “innovadora” y otros de “totalmente forzada”, se convirtió en tema de conversación en redes, demostrando que el lore también tiene cabida en el mundo corporativo.
Conclusión: El ‘lore’ como nueva forma de expresión digital
La evolución del lore es un reflejo del cambio en la forma de comunicarse de la Generación Z. Lo que antes se consideraba contenido exclusivo para narrativas épicas ahora se convierte en la moneda del día a día, donde cada drop narrativo tiene el poder de transformar lo ordinario en extraordinario. En un ecosistema saturado de información, la autenticidad y el real talk son los ingredientes que permiten a cada historia brillar.
El nuevo Hollywood ya no reside en estudios de cine ni en plataformas tradicionales. Ahora, cada red social es un escenario y cada usuario, un protagonista que, con su propio lore, redefine el arte de contar historias. Este fenómeno no solo revoluciona el mundo del entretenimiento, sino que también sienta las bases para un futuro en el que la narrativa personal es la herramienta definitiva para conectar, influir y transformar.
