Bajo la denominación de Sin filtro, LLYC ha lanzado una campaña cuyo objetivo pasa por rescatar la conversación sobre igualdad. Y es que las redes sociales se han convertido, explican desde la firma, “en un muro lleno de grafitis donde cada publicación positiva sobre esa causa intenta ser inmediatamente anulada por la polarización”. En este sentido, de acuerdo con un estudio elaborado por la compañía con motivo del Día Internacional de la Mujer, el 50% de los mensajes en X sobre feminismo ya son negativos, y el 98% de los perfiles está radicalizado.

En busca de evitar que los extremos tomen el debate, LLYC, en los doce países en los que está presente, está animando a personas influyentes a publicar en sus redes sociales su fotografía vandalizada, con mensajes cubiertos de insultos y tachones en rojo que los vuelva ilegibles. Al aplicar un filtro del mismo color, los ataques desaparecen y el mensaje original se revela intacto. Este ‘filtro de la igualdad’ ayuda, se indica, “a separar el ruido de los argumentos, a distinguir el diálogo de la descalificación y a fomentar una conversación más abierta y constructiva”. Resulta asimismo preciso mencionar que el objetivo de esta herramienta visual no pasa por censurar, sino por permitir que la igualdad avance sin ser secuestrada por los extremos.
Contexto
La campaña se pone en marcha a raíz de las conclusiones del informe Sin filtro en el que LLYC ha analizado cómo las redes sociales se han consolidado como una herramienta de ataque contra el discurso feminista y qué hay detrás de estas comunidades. Además, el estudio identifica las principales justificaciones de los contrafeministas para rechazar el movimiento —como la idea equivocada de que la causa ya ha ido demasiado lejos, o la percepción de la pérdida de privilegios entre el colectivo masculino—, así como las estrategias que emplean los diferentes grupos para defender sus ideas.
El discurso antigualdad es más endogámico y prevalecen argumentos basados en la desinformación y la descalificación. Recurren a los insultos tres veces más que el bando feminista y en la mitad de todos sus mensajes siempre utilizan términos connotativos contra los que no piensan como ellos, sin aportar alternativas.
Para realizar este informe, LLYC ha analizado la conversación en X en 12 países de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos, lo que ha permitido, dicen desde la consultora, estudiar 8,5 millones de mensajes de ambas comunidades. Además, se han contrastado los hallazgos con estudios de instituciones reconocidas y medios de comunicación que respaldan la información obtenida. La investigación ha empleado técnicas avanzadas de aprendizaje automático (machine learning), clustering y procesamiento de lenguaje natural, así como métricas de dispersión para analizar la distribución de cada comunidad y análisis de sentimiento para identificar las emociones en la conversación.