Gustavo Martínez fue objeto el pasado 10 de marzo de una demanda por realizar comentarios sexistas y racistas por parte de Erin Johnson, directora de comunicación de la compañía. Pocos días después, Martínez dejó su puesto en la agencia El documento de los abogados afirma que la demanda saca de contexto las afirmaciones y comentarios de Martínez para “causar impacto en los medios”. “Está claro”, señala también, “que el demandante tergiversa los hechos y distorsiona el contexto para tratar de retratar un ambiente de trabajo hostil en lo que a cuestión de género se refiere”. Asimismo, se dice que Erin Johnson no cumplió en su demanda los requerimientos legales establecidos en los estatutos en los que se ampara para demandar. Con esto aluden a que a Johnson no se le negó igual retribución que a un hombre porque se quejara de sus condiciones laborales ni experimentó ningún tipo de perjuicio o sufrimiento por su raza.