Una filtración de documentos internos revela que Meta considera que un 10% de sus ingresos publicitarios en 2024 —unos 16.000 millones de dólares— procederían de anuncios vinculados a estafas, productos prohibidos y otras actividades ilegales. De acuerdo con una información publicada por Reuters, la compañía estima que muestra a diario más de 15.000 millones de anuncios considerados de “alto riesgo”, es decir, con claros indicios de fraude.

La documentación, correspondiente a la actividad publicitaria registrada entre 2021 y 2025, indica que Meta no bloquea automáticamente a todos los anunciantes sospechosos. Su sistema automatizado solo veta a aquellos que alcanzan un umbral del 95% de certeza de actividad fraudulenta. Si la sospecha es alta, pero no definitiva, se les permite seguir anunciándose, aunque pagando tarifas más elevadas. Esta estrategia, conocida como penalty bids, busca disuadir a potenciales estafadores sin perder ingresos publicitarios de forma abrupta.
Asimismo, el sistema de personalización publicitaria de Meta tiende a mostrar más anuncios de estafa a los usuarios que ya han interactuado con alguno, lo que amplifica el problema. A pesar de que la compañía asegura haber reducido en un 58% los reportes de estafas por parte de usuarios en los últimos dieciocho meses, los documentos filtrados revelan una tendencia a anteponer los intereses comerciales a una acción más contundente contra el fraude.
Reducción progresiva
Meta prevé que el porcentaje de ingresos procedente de publicidad controvertida se reduzca gradualmente hasta alcanzar el 5,8% en 2027. Sin embargo, las estimaciones internas también reconocen que los ingresos actuales por anuncios de mayor riesgo superan con creces las posibles multas regulatorias que pueda enfrentar la empresa por esta circunstancia.





