Ayer, cuando se fue todo, quedó la radio.
Yo volví a casa caminando a mediodía, escuchando un transistorcillo pegado a la oreja, al más puro estilo jubilado fan de Carrusel deportivo, y la gente me miraba con envidia. '¡Joder, ese tiene una radio!'.
Por la tarde, vi gente preguntando en los chinos si tenían radios. 'Se nos han acabado'. Flipante.
Ayer, la radio fue la única fuente de información, y daba igual que tampoco tuviera mucho que contar, solo tenerla ahí ya nos servía. Algunos se fueron al coche a escuchar la radio, y hubo bares y tiendas que subieron el volumen para que todos pudiéramos escucharla. La radio contribuyó a hacer un poco más corta la espera. Y es que la radio sigue siendo un medio poderoso y vigente. Nosotros la amamos desde siempre, porque creemos ciegamente en sus posibilidades y eficacia como medio. No nos importa que en los festivales de publicidad hayan cambiado el nombre a la categoría y ahora se llame 'Audio', para nosotros siempre seguirá siendo 'La radio', y seguiremos poniéndole todas las ganas y todo nuestro cariño a cada briefing que venga encabezado como 'Medio: Radio'.

Informados durante el gran apagón
La radio analógica se convirtió ayer en el gran (y único) medio para estar informado sobre el apagón eléctrico.

Estas son algunas de las muchas fotografías que ilustran cómo la gente se concentró frente a las puertas de las emisoras de radio, en este caso, enfrente de Catalunya Radio, para informarse a través de los altavoces que instalaron. Los estudios de Cadena Ser, Cope, Onda Cero, RNE... fueron también ejemplo de ello.

