En un contexto en el que, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), la desinformación sobre la guerra entre Israel y Hamás se extiende como la pólvora y millones de cuentas en las redes sociales siguen difundiendo propaganda rusa, la organización ha lanzado una nueva campaña para demostrar con rapidez la importancia del periodismo en la lucha contra la desinformación. La creatividad de este proyecto es obra de la agencia parisina BETC.
El nuevo vídeo, que se titula Fight disinformation. Arm yourself with facts, pone de relieve los mensajes propagandísticos rusos que niegan los hechos sobre la invasión de Ucrania y que han sido publicados y compartidos en las redes sociales, a veces decenas de miles de veces. Con este vídeo, Reporteros sin Fronteras quiere transmitir que solo el trabajo de los periodistas sobre el terreno puede permitirnos desbaratar la desinformación, la manipulación y la propaganda.
"El trabajo de los periodistas sobre el terreno, en Ucrania, en Oriente Próximo y en todo el mundo, es necesario para informar de la realidad de los hechos y reducir el impacto de la propaganda, la manipulación y el rumor. Como parte de una estrategia de 360 grados que incluye la radiodifusión por satélite, los retos de la inteligencia artificial, el trabajo sobre el terreno y la influencia en los responsables políticos, RSF está desarrollando soluciones innovadoras con el fin de promover la información fiable y proteger el periodismo”, explica en una nota de prensa Christophe Deloire, secretario general de RSF
En Ucrania, se indica, los equipos de RSF siguen prestando asistencia material, psicológica y financiera a los periodistas que lo necesitan. En Leópolis y en Kiev, los centros de libertad de prensa creados por RSF siguen recibiendo cada día a decenas de reporteros. Para contrarrestar la propaganda difundida por el Kremlin, RSF ha lanzado también otra iniciativa: la difusión por satélite de contenidos televisivos independientes a la audiencia de habla rusa.
Con esta campaña, dirigida por Chloé Dupeyrat y que cuenta con el apoyo del ministerio neerlandés de Asuntos Exteriores, se busca recaudar parte de los fondos que necesita la organización para continuar su labor en Ucrania y en el resto del mundo. Se difundirá en televisión, redes sociales e internet.