En este primer año de ausencia de la publicidad de Televisión Española por imperativo de ley, resulta curioso recordar cómo en 1981 los anunciantes, a través de la AEA, se plantearon, y algunos llevaron a cabo, un boicot contra TVE por un aumento de tarifas que se consideraba desproporcionado. Ya hablamos del anuncio del boicot en esta sección, y hoy traemos a la misma la portada de la revista en que se informaba de que un 30% de los anunciantes había decidido secundarlo, y el 70% restante había decidido recortar su número de inserciones. En la misma página, noticia de la subida de difusión de los diarios de Madrid (Diario 16, El País, El Alcázar y Abc, en este caso) y reseña de la presencia en nuestro país de un Jacques Séguéla que entonces estaba en lo más alto de su prestigio.
La agencia donostiarra Núcleo hacía publicidad de sus más recientes trabajos a través de los personajes conocidos que los habían protagonizado: un ídolo local (y nacional), el portero de la Real Sociedad Luis Arconada; un personaje televisivo muy popular entonces, el personaje de Doña Croqueta que interpretaba el actor Simón Cabido, y Andrés Cabello, que caricaturizaba al Woody Allen de Sueños de un seductor. Las marcas en cuyos anuncios estos personajes aparecieron nos retrotraen a los Ochenta tanto como ellos: el chicle Big Babol, las máquinas de coser Alfatronic y el licor Marie Brizard… Eso sí la tradición publicitaria de Donosti se mantiene.